En el tercer volumen de El Capitán Calzoncillos: El capitán Calzoncillos y la invasión de los pérfidos tiparracos del espacio, del autor Dav PILKEY, publicado por El Barco de Vapor, SM Editorial, aparece este experimento que se muestra en el vídeo junto con una serie de aventuras disparatadas. Concretamente este experimento aparece a partir de la página veinte.
sábado, 30 de noviembre de 2019
domingo, 17 de noviembre de 2019
NUESTRO POETRY SLAM
Alejandra Martínez de Miguel ha sido campeona de Poetry Slam Madrid 2017. Ha estado en Oviedo, en la Facultad de Filología. Alumnas de uno de mis grupos han estado en esa charla y nos la han comentado en el aula. Nos han explicado en qué consiste. Así que podemos prepararnos para hacer nuestro propio "Poetry Slam de Aula". Un reto para esta primera evaluación.
¿Qué es Poetry Slam?
Así lo cuenta un artículo periodístico
Tendencia
literaria
Lo último
en poesía se llama Poetry Slam y cada día suma más seguidores
La poesía no tiene por qué morir en el papel.
Cada vez son más los artistas que eligen pronunciarla en
voz alta y también va en aumento el público que
elige consumirla escuchada. Es por esto que se
está poniendo de moda en las ciudades el Poetry Slam, un encuentro de poesía
recitada en el que participan los propios
autores frente a una audiencia que puntua tanto sus versos como la manera en
que los hacen llegar al público.
El Poetry Slam es un
concurso de poesía recitada de escala internacional. En España, ya tiene sedes
en 21 ciudades. Al final del año, cada una de ellas lleva a su representante
-el poeta que más competencias ganó a lo largo del año- al campeonato nacional.
El ganador luego tiene la oportunidad de competir contra otros artistas del
resto de Europa.
La competencia nació a
mediados de la década de los 80´ en Chicago de la mano del poeta Marc Smith,
para luego extenderse en el resto del país. Hoy en día, el Poetry Slam Inc.,
con sede en EEUU, tiene contabilizadas alrededor de 113 competencias
certificadas como slams y 1100 miembros solamente en EEUU y Canadá.
Para Marta Torras,
co-directora del festival, allí es donde se explica el éxito de este formato:
“Es una actividad muy participativa, otra manera de acercarse a la poesía de
forma muy directa, donde puedes ver tantas realidades como personas. Es muy
bonito ver el mundo interior de cada participante”.
Alrededor de diez
participantes compiten por lograr que sus versos conmuevan a los espectadores en solo tres minutos, sin la ayuda de utilería ni vestuario,
sólo con su poesía e interpretación. Al terminar, el público es quien
decide: cinco “jurados” escogidos al
azar deben puntuar los poemas con sus pizarras.
Si los jueces son personas comunes y no letrados,
no son los versos más técnicos o rebuscados los que ganan el calor del público,
sino los más cercanos. Por eso es que no alcanza con ser buen escritor, también
hace falta ser un buen performer,
“es 50% palabra, 50% interpretación”,
explica Torras.
Mientras la poesía recitada le ofrece al público
ventanas hacia la intimidad de los artistas, a los poetas también les supone
una experiencia intensa. Dani Orviz lo entiende como “el segundo gran placer de
la poesía: primero escribirla y luego compartirla. Cuando se comparte en
directo, el feedback es inmediato, con lo cual se produce una sensación que
está muy bien”.
Texto adaptado de https://www.lavanguardia.com/cultura/20181111/452762010197/lo-ultimo-en-poesia-se-llama-poetry-slam-y-cada-dia-suma-mas-seguidores.html
(el subrayado es nuestro)
NUESTRO POETRY
SLAM EN EL AULA
Podrá
participar todo el alumnado del grupo.
Elegiremos
un jurado aleatoriamente de cinco personas, en principio del grupo, pero podrían
ser ajenos al grupo de clase (otros profesores, alumnos de otros grupos,
padres...)
Cada
concursante tendrá un máximo de tres minutos.
Del libro Báilatelo sola |
Prepárate,
esta primera convocatoria será cualquier día entre el martes 10 y el lunes 16
de diciembre de 2019. Quizá la próxima sea un Poetry Slam de centro o
intercentros...
Se valorará entre otras cuestiones:
ü La creación propia del poema.
ü La dicción.
ü La entonación.
ü Etc...etc...
domingo, 3 de noviembre de 2019
PICHILEIROS
Viajar con niños es otra forma de viajar, otra forma de
encontrarse con los espacios, de mirar, de observar, de aprender, de llenarse
de un mundo ajeno que aunque ya visitado se vuelve nuevo cuando se revisita con
un niño.
En esta
ocasión, como casi siempre, empezamos sin rumbo la visita a la ciudad, llegamos
a las seis de la tarde y lo único que queríamos era pasear, mimetizarnos con un
paisaje que no nos era desconocido para ninguno de los tres. Entramos, cómo no,
en un local y salimos con un libro. Podríamos haber empezado por un bar y salir
con unos cuantos alvariños, pero lo cierto es que salimos con un libro. Un
libro que desde su portada nos llamó la atención porque nos recordaba muchísimo
a otro que ya conocíamos bien. Un libro que no hubiésemos comprado si no
hubiésemos ido con nuestro pequeño y que nos ha servido de guía mágica para ver
un Santiago diferente, con otros ojos. Ahora creo que es un error que los
adultos no compren para sí mismos un libro para niños porque lo cierto es que
se puede aprender mucho con ellos en poco tiempo, para un viaje de cuarenta y
ocho horas, como era el nuestro, es ideal.
Lo cierto es que sacamos los colores en dos oficinas de
información de turismo, la de Galicia y la de Santiago, pues preguntábamos por
algunos de los sitios de los que en el libro se informa y debían recurrir a sus
teléfonos móviles u ordenadores para buscar y saber de qué se trataba. Y
también a más de uno en la calle sacamos los colores preguntándole por la calle
Salsipuedes. El libro es actual e interesante a todos los niveles: informa de
sitios de siempre y de ahora, de los populares y los de libro; además, como
reza en la contraportada, Miroslav Sasek habría hecho un libro similar
artísticamente hablando.
Recorramos
Santiago de la mano de Fermín Solís y aprenderemos que para los pichileiros o santiagueses la
lluvia es arte y el arte está en Santiago.
Acercarnos a la Ciudad de la Cultura era nuestro primer objetivo. Máxime porque sabíamos que había una exposición para arquitectos en ciernes que no debíamos perdernos. El parque de la Ballena es precioso. Una obra de arte.
Hecha esta visita (que también viene recogida en el libro) nos dispusimos a buscar, a encontrarnos con sitios que habían llamado su atención, cómo no, lo primero el Laberinto de las Camelias. Recién podado seguro que pierde encanto, pero en pleno apogeo y con los brotes que tenía tiene que ser una preciosidad.
Si los estudiantes de Santiago tocan la escultura de Alfonso III para tener suerte en los exámenes, no debíamos desaprovechar esa oportunidad, y nos encontramos con un claustro maravilloso.
Un lugar ideal para perderse y que no te encuentren, cuatro claustros, capilla, sacristía y un montón de pasillos... amén de bar, restaurante, comedor...
No puede uno irse de Santiago sin visitar en Museo do Poblo Galego. Especialmente por la escalera helicoidal, pero también por otras salas interesantes en las que perderse, y, claro, si estamos en vísperas de Todos los Santos, pues hay que pasar a rendirle culto a Rosalía de Castro... dicen que no hablan las fuentes, ni los pájaros, ni los astros/ lo dicen pero no es cierto/ pues siempre cuando yo paso/ de mí murmuran y exclaman/ "ahí va la loca soñando con la alegre primavera de la vida y de los campos...
El Museo de Arte Contemporáneo lo encontramos vacío e imaginamos que los artistas jóvenes gallegos habían vendido toda su obra. Soñar es muy barato.
El Parque das Ciencias lo teníamos delante y nos costó encontrarlo. Lo imaginábamos grande, y es pequeñito, coqueto. Con su escultura, sus bancos con nombres de científicos, sólo encontramos uno con nombre de mujer...
No fue fácil dar con él, pero eso hizo que subiésemos al Convento de Belvís donde creo que hacen unas pastas riquísimas pero ¡vaya! las monjitas de retiro espiritual, nos quedan para otra, porque al Laberinto tendremos que volver una primavera.
Si los estudiantes de Santiago tocan la escultura de Alfonso III para tener suerte en los exámenes, no debíamos desaprovechar esa oportunidad, y nos encontramos con un claustro maravilloso.
Claro, y si vamos a ver a Alfonso III, no podemos dejar de ver a Alfonso II el Casto,
ahí descubrimos que Santiago está hermanada con Oviedo. Nos paramos a pensar y descubrimos que tienen algunas características comunes.
Paseamos por La Alameda para saludar a Don Ramón María y fotografiarnos con las Marías, además de admirar las vistas de la ciudad.
Vagabundeamos por sus calles hasta dar con la más pequeñita posible, la Ruela Entrerrúas; tomar unos churros en el Casino y jugar a probarnos gorros imaginariamente...
Mercado de Abastos |
Fuente a la que las mujeres, dice el libro, iban a coger agua. |
¿A quién no le gustaría que le dejasen notas tan bonitas y coloridas? Aunque el contenido, en fin, ya se sabe que los contenidos de las notas a veces no son obras de arte. |
Y ya que fuimos a ver a Atlas aprovechamos para conocer la vida y la obra de Eugenio Granell, además de trabajar un poquito siguiendo las indicaciones de la Fundación.
Aprovechamos la lluvia para conocer el Museo del Peregrino:
Además tuvimos la excelente oportunidad de ver la Catedral en obras por dentro, la última habíamos visto las obras del Pórtico, bueno, habíamos visto los andamios tapando el Pórtico de la Gloria... En las dos ocasiones abrazamos al Santo, que no falten los abrazos.
Imaginamos subirnos a un antiguo carruaje y nos adentramos en el Hostal de los Reis Católicos, antiguo Hospital de Peregrinos.
Un lugar ideal para perderse y que no te encuentren, cuatro claustros, capilla, sacristía y un montón de pasillos... amén de bar, restaurante, comedor...
No puede uno irse de Santiago sin visitar en Museo do Poblo Galego. Especialmente por la escalera helicoidal, pero también por otras salas interesantes en las que perderse, y, claro, si estamos en vísperas de Todos los Santos, pues hay que pasar a rendirle culto a Rosalía de Castro... dicen que no hablan las fuentes, ni los pájaros, ni los astros/ lo dicen pero no es cierto/ pues siempre cuando yo paso/ de mí murmuran y exclaman/ "ahí va la loca soñando con la alegre primavera de la vida y de los campos...
El Museo de Arte Contemporáneo lo encontramos vacío e imaginamos que los artistas jóvenes gallegos habían vendido toda su obra. Soñar es muy barato.
El Parque das Ciencias lo teníamos delante y nos costó encontrarlo. Lo imaginábamos grande, y es pequeñito, coqueto. Con su escultura, sus bancos con nombres de científicos, sólo encontramos uno con nombre de mujer...
Nos fuimos, porque tocaba irse, pero, una vez más prometimos volver...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)