domingo, 11 de marzo de 2018

CAPERUCITA ROJA Y LA ATRACCIÓN FATAL

Editorial Kalandraka

            No sabría explicar por qué “Caperucita Roja” siempre ha sido mi cuento favorito, por qué el rojo es mi color. ¿Por la relación nieta-abuela? ¿Por la independencia de la niña? ¿Por su valor para adentrarse en un bosque? ¿Por la seducción que ejerce el lobo? ¿Porque no es una princesa? No lo sé, pero lo es. Por eso cuando Natalia Menéndez, poeta avilesina, trajo a nuestro grupo de trabajo ( “el álbum ilustrado como recurso educativo en secundaria”) La niña de rojo me fascinó.

            Ya conocíamos otras obras del ilustrador italiano Roberto Innocenti (de algunas quizás hablemos en otra ocasión porque su trabajo lo merece), pero ésta fue para mí, impactante. “Caperucita Roja” había pasado a ser La niña de rojo con su habitual estilo hiperrealista.

            Este libro escrito por Aaron Frisch nos recuerda que el pasado siempre se hace presente, y que la vieja historia que Perroult contó en el siglo XVII y los Hermanos Grimm en el XIX es presente y real en el siglo XXI. Las buenas historias son atemporales y configuran el corpus de la Literatura Universal.

            El bosque de antaño es hoy nuestra gran ciudad. “Un bosque de cemento y ladrillos” como reza en el álbum. A doble página podemos ver la fachada del edificio en el que vive nuestra niña de rojo, Sofía. Toda una jungla, toda una serie de especímenes, de animales enjaulados llamados hombres. Sofía debe atravesar la ciudad (el bosque) para ir a visitar a su abuelita que está malita. Nada parece haber cambiado pero las ilustraciones nos enseñan que todo ha cambiado. Este trayecto de Sofía es todo un viaje pedagógico, lecciones para la vida, para caminar por un bosque, “al corazón del bosque, lo llaman “selva””. Sofía con su mochila también encuentra tentaciones, ya no se para a recoger flores, pero se para, es una niña a fin de cuentas.

            No falta en esta actualización el “¡qué dientes más largos tienes!”. Es que en esta recreación no se han olvidado ni tan siquiera de jugar con el doble final, el de Perroult, a la niña la devora el lobo, aquí solo se sugiere, se deja sospechar;  y el dulcificado final de los Hermanos Grimm, el lobo es el cazador cazado.

            Este libro-álbum, insisto, demuestra por qué una obra pasa a la historia, porque es atemporal. Las niñas siempre tienen un bosque terrible que atravesar. ¿Es lamentable que siempre deban ser las niñas las que vivan grandes peligros con lobos malvados o, simplemente, es una realidad la valentía de las mujeres para enfrentarse a su destino ayer, hoy y siempre?

            Con tantas mujeres y niños desaparecidos es un buen momento para llevarlo a las aulas. Siempre hay peligros acechando, hay que estar atentos.

            No se pierdan este álbum, les impactará. Roberto Innocenti, impacta. Caperucita Roja impactó, impacta e impactará siempre.
            ¡Feliz lectura! (verbal y visual)         



La revista Babar, por supuesto, le ha dedicado al menos un artículo, este es el enlace:  http://revistababar.com/wp/la-nina-de-rojo/            

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