LA VIDA EN NUESTRAS MANOS

Gracias a mi compañera Marta llegó a mí esta leyenda que he utilizado con mi tutoría de 1º de la ESO. Mi idea era que se dieran cuenta de la importancia de nuestras decisiones y de la responsabilidad que tenemos al decidir.

PRIMERO les pedí que dibujasen una pequeña mariposa que cupiese en la palma de su mano y que, preferiblemente, la colorearan de azul.

DESPUÉS les leí la leyenda pausadamente, es increíble la magia de la voz, no deja de sorprenderme el silencio que se genera cuando engolas tu voz y la conviertes en un elemento de disfrute para los demás.

EVIDENTEMENTE, uno es lo que espera que ocurra y otro lo que ocurre después de la lectura. Lo primero silencio. Lo segundo entusiasmo.

¿QUÉ HA PASADO? ¿QUÉ NOS ESTÁ CONTANDO? Ocurre también a veces en los exámenes, tú mecanizas una respuesta y cuando te pones a corregir te encuentras respuestas que son tan válidas, o más, que aquella que tú habías imaginado. Lo mismo, con la lectura...

Entonces se lanzan... que siempre hay alguien que sabe más que tú, que tienes que dejarte enseñar, que no te puedes burlar de los demás, que debes escuchar... razonamos todas estas respuestas y muchas otras de las que ya no puedo acordarme.

FINALMENTE, les pregunté dónde tenían la mariposa. "En la mano, como nos dijiste". ¿Qué quieres hacer con ella? ¿Quieres que la mariposa viva o quieres destrozarla? "Que viva, que viva" gritan ellos, porque a veces es inevitable que griten y cómo no dejarlos gritar por la vida.

"La mariposa es tu vida y  está en tu mano. Es una metáfora".

Cuando les dices esto y miras sus caras es el momento en el que comprendo por qué me gusta tanto estar en primero de la ESO. Esas carinas no tienen  precio.

Hoy hemos vuelto a hablar de la mariposa, del significado... la mayoría de las mariposas han sobrevivido a la primera semana. Las pocas que faltaban hoy dicen que están en casa.

Les he pedido que guarden y cuiden la mariposa hasta junio, que la tengan presente, que recuerden que la mariposa es su vida y que tienen que cuidarla, pero sobre todo les he dicho que son responsables de su vida.

En junio haremos un cuadro con las mariposas que sobrevivan lo que resta de curso (también les he dicho que ahora que saben que tienen que cuidarla hasta junio para hacer un cuadro con ella, pueden esmerarse y hacer una que les guste más, en una clase hay poco tiempo para todo lo que hay que hacer).

Aquí os dejo la leyenda:

Cuenta esta leyenda bereber que hace muchos años, un hombre enviudó y quedó a cargo de sus dos hijas. Las dos niñas eran muy curiosas, inteligentes y siempre tenían ansias de aprender. Constantemente invadían a preguntas a su padre para satisfacer su hambre de querer saber. A veces, su padre podía responderles sabiamente, sin embargo, las preguntas de sus hijas le impedían darles una respuesta correcta o que convenciera a las pequeñas.

Viendo la inquietud de las dos niñas, decidió enviarlas a convivir y aprender con una vieja sabia que vivía en lo alto de una colina. Era capaz de responder a todas las preguntas que las pequeñas le planteaban sin ni siquiera dudar. Sin embargo, las dos hermanas decidieron hacerle una pícara trampa a la vieja para medir su sabiduría. Una noche ambas comenzaron a idear un plan: proponerle a la vieja sabia una pregunta que ésta no fuera capaz de responder.

_ ¿Cómo podremos engañarla? ¿Qué pregunta podríamos hacerles que no sea capaz de responder? -preguntó la hermana pequeña a la mayor.

_ Espera aquí, enseguida te lo mostraré – le indicó ésta.

La hermana mayor salió al monte y regresó al cabo de una hora. Tenía su delantal cerrado a modo de saco, escondiendo algo.

_ ¿Qué tienes ahí? -preguntó la hermana pequeña.

La hermana mayor metió su mano en el delantal y le mostró a la niña una hermosa mariposa azul.

_ ¡Qué belleza! ¿Qué vas a hacer con ella?

_ Esta será nuestra arma para hacer la pregunta trampa a la maestra. Iremos en su busca y esconderé esta mariposa en mi mano. Entonces le preguntaré si la mariposa que está en mi mano está viva o muerta. Si responde que está viva, apretaré mi mano y la mataré. Si responde que está muerta, la dejaré libre. Por lo tanto, conteste lo que conteste, su respuesta será siempre errónea.

Aceptando la propuesta de la hermana mayor, ambas niñas fueron a buscar a la vieja sabia.

_ Sabia, dijo la mayor- ¿Podría indicarnos si la mariposa que llevo en mi mano está viva o está muerta?

A lo que la sabia con una sonrisa pícara le contestó: “Depende de ti, ella está en tus manos”.

PD. Vistas las hermosas mariposas que algunas y algunos han dibujado me apetece que hagan un libro ilustrado de la leyenda de la mariposa azul. No da para tanto una hora de tutoría e igual me confunden con la profe de Lengua.