lunes, 6 de abril de 2020

CONFINAMIENTO Y VACACIONES

¿Quién habría pensado que unas vacaciones habría que vivirlas sin salir de casa? Me gustar estar en casa, me gusta mucho estar en casa, soy lo que siempre se ha dicho "casera" que no "una chica de su casa". Supongo que eso me hace vivir este confinamiento con una tranquilidad de la que otros carecen, una tranquilidad que se ve alterada cuando pienso en lo que hay fuera, no porque quiera salir, aunque los días ya pesan, si no, por la familia (padres, hermano, tíos, primos, amigos, ahijadas...) que están al otro lado del teléfono, tan cerca y a la vez tan lejos... Y yo, que siempre he sido tan analógica, pienso, ¿qué habría sido de este confinamiento sin las nuevas tecnologías? ¿Sobreviviríamos? ¡Quién me lo hubiera dicho que un día yo iba a decir que las nuevas tecnologías están ayudando a estos jóvenes y no tan jóvenes a seguir un día más encerrados por el bien de todos!

En fin, gracias a esas nuevas tecnologías, estoy pasando unas vacaciones en casa haciendo cursos on-line, para aprender no solo lo que los cursos me puedan aportar, si no, también para aprender a impartir cursos on-line porque hay prepararse para todo. Dicen que hoy nuestros jóvenes tienen que tener unos estudios distintos a los que nosotros tuvimos pues ellos no tendrán, como algunos de nosotros, el mismo trabajo durante mucho tiempo. Andarán cambiando de uno a otro, y deberán ser versátiles. Versátiles hemos tenido que ser también los que nos educamos con el polvo de la tiza, los que hicimos la EGB e incluso los que no la hicieron porque cursaron con una ley anterior. O sea, que versátiles tenemos que ser todos. Los jóvenes de hoy y los no tan jóvenes, que nos hemos visto saturados con teletrabajo y teleformación al mismo tiempo. Lo hemos hecho, que no es poco.

Como decía, ahora estoy haciendo en lo que se supone que son mis vacaciones cursos on-line (¿alguien puede creerse que limpiar, cocinar y teleformarse son unas vacaciones? ¿Alguien piensa que realmente descansamos alguna vez? ¿Se puede descansar en esta situación?). Uno de esos cursos es de fotografía, siempre había querido y nunca había encontrado el tiempo. Reconozco que preferiría tener a alguien a mi lado que me fuese explicando, pero no están los tiempos para pedir, así que me voy apañando. Cuando hacemos un texto, decimos, ten claro lo que quieres contar. En fotografía, el arte de mirar, parece ser que también hay que tener claro lo que quieres fotografiar. Yo, en estas fotos, he querido fotografiar EL SILENCIO HUMANO, porque de fondo se escuchaba el suave canto de unos pajaritos que no logré descubrir, quizá solo estaban en mi cabeza. (PRIMERA LECCIÓN APRENDIDA: hay que saber qué se quiere fotografiar, de técnica, quizá mejor espere a tener a alguien al lado que me enseñe).

¿Cuántas historias callará ese banco? ¿Cuántos miedos? ¿Cuántas verdades? ¿Cuántos besos de esos que no se sabe dónde irán?


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