sábado, 5 de mayo de 2018

ADENTRARSE EN LA DEHESA (primera parte)


Viaje con nosotros
...
de las hermosas historias
que les vamos a contar.

(Orquesta Mondragón)



            El pasado fin de semana (27 de abril) viajamos en familia. Un gran viaje. Lo pasamos genial. Nuestro destino: tierras charras.



            Nos alojamos en una amplia casa rural en la que su dueño, José Luis, nos atendió estupendísimamente y nos aconsejó muy bien sobre dónde comer, qué visitar y nos trató de maravilla. Aquí os dejo el enlace a su página web por si queréis visitarlo http://www.casarurallosbarreros.com/index.html. Sencillamente es muy recomendable.



            Como recomendable es la zona. La dehesa, con su flora y su fauna, y todos esos pueblos de alrededor que puedes visitar tanto en España como en Portugal.



            Salir de la rutina, de lo cotidiano es siempre mágico Nos permite encontrarnos con nosotros mismos y con los demás. Cambiar la alimentación (las patatas “meneas”, el farinato...), la entonación, el paisaje... y lo que es mejor, cambiar nuestra música de fondo, la interior.

            Para nosotros, para mí especialmente, no se puede pasar cerca de Salamanca sin entrar. No importa las veces que hayas ido, ni las que irás. Salamanca es parada obligatoria. Salamanca siempre te ofrece algo. Salamanca es mucha Salamanca para pasar cerca y no parar.



            Os dejo un pequeño reportaje visual de lo que hicimos, lo que vimos, por dónde estuvimos...

Así te recibe la ciudad amurallada con forma de estrella Almeida, en Portugal. 





Puerta de entrada a la ciudad amurallada





Baños públicos en la muralla


          Comimos extramuros, precisamente en el Restaurante "La Muralla", recomendación de José Luis. Muy rico el bacalao, ya se sabe, de esta zona de Portugal, no te vayas sin probar su exquisito bacalao. 

            De ahí nos fuimos a ver otras dos ciudades amuralladas de esta zona de Portugal. Más pequeñitas, no por ello, menos interesantes. Silenciosas. Apartadas del barullo de los visitantes, del turista ruidoso. Castelo Bom y Castelo Mendo (curiosidad en Castelo Mendo había un montón de puertas y ventanas de las casas pintadas de malva, nos llamó la atención).

             




Castelo Mendo



Hasta la puerta del campanario abierta

Otro día fuimos a la Alberca. En el camino, paramos a desayunar en un Castillo de Templarios, precioso. Con su castillo y sus villas para pasar unas vacaciones inolvidables, con sus piscinas, sus discotecas, sus paseos a caballo... Las villas tan bonitas, me recordaron a nuestra querida Perlora y a los veranos en que con mis abuelos puede pasar allí unos días. Qué lástima de ciudad residencial perdida, cuántas historias quedan en nuestro recuerdo. ¿Por qué no se ponen de acuerdo para rehabilitarla? No lo puedo entender. Las imágenes las dejamos para la segunda parte.






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