A caballo entre el cuentacuentos, que nunca queremos que se acabe, y la poesía -de la que aún no os hablé y tengo que hacerlo largo y tendido-, nos pilla siempre LA SELMANA DE LES LLETRES ASTURIANES, EL DÍA DEL LLIBRU -primer viernes de mayo- y la FERIA DEL LLIBRU Y DEL DISCU N'ASTURIANU. Este año todo ello rodeado de la política sobre la cooficialidad. No he entrado en este tema, no creo que deba entrar en ese tema, en política, aunque a veces las clases lo sean. Yo no quiero eso para mi alumnado, para mis clases. Pero sí quiero hablarles, y debo hablarles de las lenguas. En primero de la ESO ya lo hice en la primera unidad, pero todo es recurrente y qué mejor oportunidad que esta Semana para volver a hablar, para escuchar, para leer y, si hubiera tiempo, por qué no, para escribir. En fin, que hablamos de las Lenguas de Asturias.
En Asturias tenemos una lengua oficial que es el castellano (ya se sabe, Alfonso X creó la Escuela de Traductores de Toledo... y volvemos a la política, siempre muy cercana a la lengua); y tenemos dos lenguas no oficiales: el asturiano o bable y la fala o gallego-asturiano. Dos lenguas que no son oficiales pero que tienen su Academia, su gramática, su normativa, su diccionario, su historia, su literatura... Dos lengua estas que nos cuesta mucho separar de la oficial, porque son lenguas hermanas, ambas nacen de la misma madre, del latín vulgar; y como todos los hermanos, se parecen, y mucho, aunque no son gemelas, las criaron padres adoptivos tal vez, unos más afortunados que los otros...
En fin vamos a lo importante, lo que escribió muy bien el chileno Eduardo Galeano en su obra Mujeres (Ed. Siglo XXI, página 21):
El mundo encoge
Hoy es el Día de las lenguas maternas.
Cada dos semanas, muere una lengua.
El mundo disminuye cuando pierde sus humanos decires, como pierde la diversidad de sus plantas y sus bichos.
En 1974 murió Ángela Loij, una de las últimas indígenas onas de la Tierra del Fuego, allá en el fin del mundo; y la última que hablaba su lengua.
Solita cantaba Ángela, para nadie cantaba, en esa lengua que ya nadie recordaba:
Voy andando por las pisadas
de aquellos que se fueron.
Perdida estoy.
En tiempos idos, los onas adoraban varias dioses. El dios supremo se llamaba Pemaulk.
Pemaulk significaba "Palabra".
Por este motivo, porque mi dios es la Palabra, entiendo que no se pueden dejar perder las lenguas. Por eso (y por mucho más, entre ello que lo mandan los papeles, que era el bable la lengua de mis ancestros...) dedico unas horas a la lengua asturiana en esta primera semana de mayo. Les hablo de libros que a mí me tienen fascinada y que ellos deberían conocer, se los llevo al aula, se los dejo ojear y hojear, manosear, e incluso, ya sabéis, se los dejo leer porque sé que no van a enfermar. Libros que esconden tesoros, "ayalgas" que son libros...
Un fabuloso cómic de Miguel Solís. |
Como hoy es el Día de la Madre, aprovecho para dejaros aquí un hermoso poema de un extraordinario libro Versonaxes de Aurelio González Ovies |
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