domingo, 6 de septiembre de 2020

LA VUELTA AL COLE



Con un título tan genérico como "La vuelta al cole" se puede hablar de muchos temas, máxime este curso; pero yo aquí quiero ceñirme a dos cuestiones e intentaré no irme a los Cerros de Úbeda. A saber "los Corticoles" y las lecturas recomendadas. A ver si lo consigo.

    La vuelta al cole (volver o no volver, esa es la cuestión) supone siempre un ritual para adentrarse al otoño-invierno. Por esta razón ayer nos decidimos a ir al Corte Inglés de Avilés, sencillamente porque está todo en un solo edificio y especialmente porque a mí el del Avilés me da la sensación de que tiene los pasillos más amplios que el de Oviedo.

    Las tardes de compras para los niños son horribles desde que se inventaron las tardes de compras, así que al llegar nos fuimos directamente a la Librería a por un libro para que se entretuviera. Sé que suena raro, pero es que somos raros, qué le vamos a hacer, por eso supongo que elegimos EL CLUB DE LOS RAROS de Jordi Sierra i Fabra.

    Pertrechado con un libro, el niño se sentaba en cualquier esquina mientras nosotros mirábamos zapatos, pantalones, chándals, etc...etc... Comenzaron las compras y comenzaron a darnos "Corticoles" y aquí viene, a mi juicio, la paradoja: los Corticoles no se pueden usar en la librería. Bajamos, entonces, al Servicio de Atención al Cliente y efectivamente constatamos que no se puede. Muy amablemente nos explicaron que sí servían para papelería y para libros de texto pero no en librería. Como argumento "nunca han servido en librería".

    Como le dije a la Señorita dicho argumento no me parecía válido porque yo conozco a varios, varios, podría decir casi montones, profesores de Lengua y Literatura que tienen (tenemos) la mala costumbre de mandar lecturas obligatorias. Es verdad, quiero insistir en esto, que no solemos mandar comprarlas sino leerlas; pero, a veces, como las leemos en clase ya se sabe... En fin, Sr. Corte Inglés que no entiendo cómo puede ser que en la campaña "Vuelta al Cole" en librería no te admitan los corticoles. Si alguien me lo puede explicar, se lo agradezco.

Demuestra lo dicho

    Dicho esto, voy a entrar de lleno, en las lecturas recomendadas. Jordi Sierra i Fabra es un prolífero, reconocido y prestigioso escritor. Su firma ya es una garantía de éxito, así que voy a recomendaros un libro que se recomienda solo. Esta obra, además, publicada en la colección Barco de Vapor viene ilustrada por un salmantino a quien conocimos personalmente y que nos encanta cómo trabaja: Tomás Hijo.

    La historia viene muy a cuento ahora que volvemos al cole, pues está ambientada en uno. Su protagonista es tartamudo y su amigo, disléxico. El "matón" de la clase les hace la vida imposible. La lección: todos somos raros, así que debemos aprender a reírnos de nosotros mismos. No adelanto nada que no se diga en la contraportada del libro.

    Lo que puedo añadir es que es un libro bien construido, con un vocabulario rico, con expresiones correctamente formuladas, plagado de buenos diálogos que hacen que el texto sea ágil (tan ágil que nuestro heredero se lo leyó mientras hacíamos las compras), con lecciones bien ejemplificadas y planteadas.

    Todos los niños y también las niñas de 8 años (y algunos de más) se lo deberían de leer. Sus padres también se lo deberían de leer y tratar los temas con ellos porque todas las vueltas al colegio suponen las vueltas de los "matones" a sus andadas y solamente poniendo el tema sobre la mesa podremos acabar con él. Incluso los maestros deberían leérselo y trabajarlo en las clases de Valores, porque además ellos comprenderían que los disléxicos tienen una gran valla que saltar en el sistema educativo tal y como lo tenemos planteado.

    A mí esta lectura me ha traído a la cabeza dos álbumes ilustrados: Nadarín de Leo Lioni y Los Niños Raros de Raúl Vacas también ilustrado por Tomás Hijo, raro, raro, raro.