martes, 25 de octubre de 2022

Yo que siempre fui de relatos


Atraída quizá por esa ilustración de portada que tantas lecturas me aportaba, y que tanto tiempo me ha detenido mirándola; o tal vez porque era una manera de acercarme a diez voces narrativas españolas algunas de las cuales debo reconocer que aún no conocía (aunque sus nombres me sonasen), adquirí la revista.

Mi valoración: es una joya. No sólo porque como bien digo arriba puedes acercarte a la escritura de diez nombres actuales de nuestro panorama literario, sino porque además te adentras en diez, no, en once ilustradores. Además de esa portada de la increíble Ana Juan, que requiere su tiempo para ser aprehendida, cada relato viene precedido por una ilustración a doble página de diez ilustradores distintos. Cada uno con su técnica, su estilo, su colorido…

No voy a enrollarme más. Si has leído Los ojos cerrados de Edurne Portela su relato aquí te lo traerá a la memoria, aunque hay algo en el relato que te sorprenderá, y no te dejará indiferente, pues se trata de una mirada distinta.

Sin embargo, no es este el relato que más me ha llegado, el que me ha llegado y me ha calado por encima de los demás es el de Elia Barceló “Beyond. Más allá” (con una ilustración, por cierto, que una vez leído el texto entiendes a la perfección, realizada por Diego Mir). No quiero destripar el relato porque no sería justo para la publicación en sí, pero me ha causado terror ver lo factible que es que algo, a priori, irreal pueda estar más cerca de lo que parece. Y lo que más me asusta de todo, es que a mí posiblemente me arruinaría (aunque para eso no haga falta mucho, más bien poco). No está lejos, por otro lado, de algo tan antiguo como la güija. Además de ver cómo podría llevarme rápidamente a la ruina, también trata otros temas en el relato que no me dejan indiferente. Conste que me gustan los temas, pero también me engancha la forma de ser contados.

Sin duda fue un acierto comprar la revista. En ocasiones, los pálpitos son acertados.

Para saber más, os dejo el enlace a su página:

'Diez relatos de una década', la nueva revista de elDiario.es

 

PD. Mentiría si dijera que los diez relatos me han llegado o cautivado. Tampoco haría honor a la verdad si pensase que lo que a mí me impactó o me atrajo o me hizo pensar va a ser lo mismo que va a impactarte a ti, atraerte o hacerte pensar. Ahí lo dejo.

lunes, 17 de octubre de 2022

17 de octubre: día de las escritoras



Hoy 17 de octubre de 2022, día en el que se celebra el DÍA DE LAS ESCRITORAS, quiero recoger en mi blog cómo llegué yo a la actual, a la recientemente nombrada, Premio Nobel. Tan sencillo como que llegué a ella por la recomendación de una extraordinaria exalumna María Rodríguez Álvarez, ahora Profesora de Secundaria de Francés. Ella realiza la tesis sobre esta autora francesa y me recomendó que para empezar lo hiciera con su obra El lugar, pues a su juicio de las que estaban traducidas al castellano era la que más me iba a gustar. 

Esto ocurrió hace ya unos años, no tantos, pero seguramente antes de la pandemia. Lo que recuerdo es que me impactó el estilo directo, sencillo. Esa forma de escribir que nos anima a escribir porque nos parece tan sencillo, pero, luego, cuando tú te pones a hacerlo, imitando ese estilo, resulta que es complicadísimo. No hay nada más difícil que lo que parece sencillísimo.

Cerca de María me he acercado a otros autores franceses, y la verdad es que la literatura francesa me parece un hermoso territorio que debo descubrir, lo que no sé es cuándo podré hacerlo. Quizá ahora con la disculpa del Nobel o de mi convalecencia encuentre momento para seguir leyendo la obra de Annie Ernaux y formarme una opinión más sólida sobre su escritura. 

El artículo de mi querida María está publicado en La Nueva España del viernes 7 de octubre de 2022 en "Sociedad y cultura", como todo lo que hace María, un artículo excelente. 

domingo, 16 de octubre de 2022

HISTORIAS EXTRAORDINARIAS, Y BIEN CONTADAS.




Respecto a esta lectura no voy a añadir nada. Creo que las palabras  de Irene Vallejo en la faja; y,  las de la contraportada son clarificadoras. Un buen libro no solo por cómo está escrito y por lo que se cuenta, sino también por el buen hacer de la editorial blackiebooks que ha hecho un fino y elegante trabajo. Enhorabuena a todos.




Pd. Algunas cosillas las utilizaré para mis clases, como casi siempre ocurre con todo lo que leo, que no es todo lo que publico.

miércoles, 12 de octubre de 2022

La chica del cumpleaños soy yo




ESTE LIBRO ES UN REGALO. ESTE REGALO ES UN ACIERTO.

Este libro me lo han regalado. Quien me lo ha regalado tenía todo a su favor para acertar con este libro:

PRIMERO. El título, pues soy una de esas personas que disfruta celebrando sus cumpleaños.

SEGUNDO. Relato breve, porque la vida no da para novelones eternos (al menos no mi vida).

TERCERO. El libro-objeto. Un libro delicadamente editado, espléndidamente ilustrado, tapa duda, marcapáginas, buen papel … ah, y para los de cierta edad, letra grande.

El mundo se divide (y nosotros nos enamoramos, parafraseando “Casablanca”) entre quienes tienen una ideología u otra; los altos y los bajos… bla…bla…bla, pero también entre los que no sienten nada especial el día de su cumpleaños (a los que me cuesta creer, incluido a uno que tengo muy cerca. Murakami que dice no sentir nada especial el día de su cumpleaños tiene, en cambio, su especial celebración) y los que creemos que es una injusticia tener que ir a trabajar el día de nuestro cumpleaños. No porque en el trabajo nadie lo quiera celebrar con nosotros, sino porque pensamos que el día de nuestro cumpleaños todo debe girar de otra manera, todo debe de ir a nuestro son y no al que marcan las rutinas. A mí edad sigo sin resignarme a sentirme molesta por tener que ir a trabajar el día de mi cumpleaños. Tampoco quiero entrar en clase celebrándolo porque a fin de cuentas ¿por qué no habríamos de celebrar los de todos los que componemos ese grupo? Mi raciocinio me dice que no debemos perder unas veinticinco horas en la vida de estudiante (unas cinco clases de sintaxis, cinco de morfología, cinco de ortografía, cinco de léxico y cinco de comprensión textual, más menos y a voz de pronto, callar, callar, si tenemos que meter la literatura, la Historia de la Literatura, la gramática del texto…) al curso, puesto que entonces quizá no erradicaríamos las faltas de ortografía del mundo, o bien, no acabaríamos de discernir correctamente un sujeto léxico o quién sabe igual lo que es peor igual igual igual si prescindimos de esas horas de docencia seguiríamos sin saber que “yo” es un pronombre personal tónico. El caso es que hasta ahora no lo hecho, pero quién sabe, tal vez después de ver una vez mi cuerpo herido, una vez más reflexionado que lo primero es vivir y disfrutar de cada momento, quizá decida cuando vuelva que celebraremos todos los cumpleaños. Si es tu cumpleaños tú decides qué hacemos lingüísticamente. Cierto. Soy una privilegiada. Yo puedo derivar mi trabajo y hacer de mi cumpleaños una celebración, pero eso no puede hacerlo cualquier. En fin, recurriré a lo que dije siempre que me recuerdan lo de los dos meses de vacaciones “cada año hay oposiciones, oposita”

              No estoy aquí para hablar de lo vapulada que está nuestra profesión. Estoy aquí, en principio, para hablar de celebrar o no celebrar el cumpleaños. Para mí es importante, muy importante celebrarlo. ¿A qué se debe? Pues a que seguramente cuando aún no había cumplido veinte años mi mejor amiga murió. Un tema del que evito hablar, pues, aunque han pasado ya de esto treinta y dos años, sigue haciéndome mucho daño. Ella aún no tenía veinte; yo acababa de cumplir los dieciocho. Éramos más que amigas. Hasta ese momento todos los acontecimientos de nuestra vida habían transcurrido juntas. Una historia así no se olvida. A una persona como ella no la puedo olvidar. Ella era de disfrutar, de vivir, de reír, de bailar, de cantar, y la vida se la llevó sin consuelo, haciéndola sufrir, haciéndola ver venir el fatal desenlace durante dos dolorosos años. Ella evitó en todo momento que la tonta de su amiga se diese cuenta y siguió haciéndome disfrutar como si nada de aquello estuviera sucediendo.

              Por esa lección de vida, porque lo importante no es cuántos se cumplan, si no, cumplir. Yo celebro todos mis cumpleaños. Hasta que nació mi hijo hacía grandes fiestas con amigos. Con sorpresas. Más de uno de las recuerda. Mis fiestas de cumpleaños estaban llenas de detalles para todos mis invitados, porque la celebración era estar con ellos más que el hecho de los años. Cuando nació mi heredero, ya tenía dos cumpleaños que celebrar, evidentemente, nací a la vida, a mi segunda vida con él.

              ¡Anda! Pero si yo aquí no vine a hablar de mis cumpleaños, sino del libro, del libro “La chica del cumpleaños”. A la chica del cumpleaños no le gusta trabajar el día de su cumpleaños. En su vigésimo cumpleaños las cosas se torcieron y no tuvo más remedio que asistir a su puesto de trabajo. El cumpleaños, el de ella y el de todos, para mí, es mágico, su vigésimo cumpleaños fue cuando menos curioso.

              El breve relato está contado aparentemente como un relato clásico, un relato antiguo, pero no, hay unos diálogos entre el narrador y la protagonista que dan un aire moderno y actual a este cuento del siglo XXI, que me recuerdan a Paul Auster y El cuento de Navidad de Auggie Wren, por ejemplo, cuentos de entonces y de ahora, cuentos de hadas del tiempo en que vivimos.

              En cuanto a la edición, Tusquets, como siempre, no arriesga. Las ilustraciones en tonos rojos y rosas nos acercan a esa protagonista veinteañera. Las imágenes que se confunden, los planos que se mezclan, las líneas definidas son un acierto de Kat Menschik para este relato. No cuentan la historia por sí misma, pero la acompañan y realzan esos detalles simbólicos que Murakami dibuja en su relato.

              En mi próximo cumpleaños querría irme a cenar a la habitación 604 de un hotel cualquiera de un lugar cualquiera y pedir un deseo. No va a ocurrir porque mi próximo cumpleaños caerá de jueves, porque no cumpliré veinte años y porque realmente no sabría elegir un único deseo, aunque si me lo preguntan ahora tengo claro que sería la salud para todas las personas que forman mi círculo y, por supuesto, para mí.


Os espero

domingo, 9 de octubre de 2022

Número dos, David Foenkinos



En mi historia personal hay dos formas de leer un libro: profesionalmente, lo que implica documentarme por aquí y por acullá; y, personalmente, lo que significa que no leo nada previo, a veces, es cierto, ya he leído algo previo porque conozco a la autora o al autor, porque es de manual… Este libro Número dos, lo he leído de la segunda de las maneras, sin conocimiento previo. Foenkinos me sonaba pero lo cierto cierto es que no lo asociaba a nada en concreto. ¿Por qué lo elegí entonces?

Francamente por la portada. Mi heredero tiene cierto parecido con Harry Potter, (sí, con Harry Potter, porque después de leído este libro tampoco acierto a recordar con seguridad el nombre del actor que hay bajo el personaje de Harry Potter, David, Daniel) y verlo en aquel escaparate me obligó a llevármelo a casa, a recogerlo de allí.

Buscaba sin buscar (porque en la estantería me esperan un montón de lecturas por hacer) algo que me viniera bien en esta circunstancia que me toca vivir, algo que me entretuviera sin hacerme pensar demasiado, algo que me divirtiese sin hacer reír -porque sabía que reír me haría sufrir/llorar/padecer-. Así que a la idea de ver a mi Heredero en aquella portada, en aquel escaparate se unieron las frases de las solapas, especialmente una,  “Un relato vivo, mordaz y divertido”.

Relato vivo es. Avanza, las fragmentaciones no son extensas, todo sucede rápido, sin divagaciones, pero lo cierto es que no tengo la sensación de que sucedan muchas cosas, o sí, pero no son temas distintos a los que se pueden encontrar en cualquier recetario para hacer algo comercial. Mordaz, sin duda. Pero, ¿divertido? ¿Divertido en qué sentido? ¿En qué sentido puede ser divertido ver a una persona sumirse en la soledad? ¿Ver morir a un padre? ¿Sufrir el acoso de un padrastro y su hijo? ¿Qué puede haber de divertido en no encontrar reposo? ¿Llegar al éxtasis para caer al vacío sin red?

Ciertamente al haberme quedado con la palabra “divertido” de esa solapa me ha decepcionado y mucho. Luego, reflexiono y pienso en aquello de que no hay libro malo, que a todo libro se le puede encontrar algo. Desconozco si hay una base de realidad en toda esta historia, si este tal Martin vivió algo parecido a lo que se cuenta aquí, si su vida fue como se relata en la novela. Si es ficción, mis felicitaciones al autor por haberse planteado cómo se siente el segundo. Quizá apoyado en la idea de los deportistas de que la plata nunca es la medalla deseada sino la detestada porque te recuerda que no fuiste el primero, (te recuerda siempre que perdiste aquel partido, aquel encuentro), cree toda esta historia de soledad, de autorechazo.

De bueno, claro, todas las referencias a la cultura, al cine, a la música, al arte, e implícitamente a la literatura, porque la lectura de la obra a mí me ha robado unas horas al tedio del reposo. Hay frases que debí, seguramente, haber subrayado, pero cuando una lee por placer no suele tener un lápiz a mano, (o sí y esa una no soy yo).

De todo el libro me quedo, sin duda, con que me ha dejado reflexionando sobre el hecho de ser el número dos, el número no elegido, el número rechazado, el que se ha quedado por poco a las puertas de lo que siente sería su deseo, como otros números dos mencionados en la obra, porque la vida está llena de personas que son el número dos, quizá todos seamos en algún momento el número dos. Me voy a quedar pensando en ello. Si un libro me hace pensar más tiempo del que me lleva leerlo, ha merecido la pena. Ver veremos, pues.


Volver. La frase del mes



Volver a primero de la ESO era algo que me apetecía muchísimo. En el recuerdo llevo a mis chicos y chicas de mis primeros de la ESO y las experiencias que con ellos se viven. Después de encontrarme a Teresa este verano, las ganas de volver a primero se multiplicaron.

Si el curso empieza el 12 de septiembre, como así ocurrió, y el 28 del mismo mes, alguien que responde a las iniciales de OTR ya se despide de ti con esta frase, sabes que has hecho muy bien en volver. No sabían ellos aún que, pronto muy pronto, esa frase iba a cobrar mucho más sentido.